La heterosexualidad no es toda nuestra verdad, pero nadie tiene que saberlo... Esto es lo que nunca comentamos, lo que pensamos, hacemos, también lo que sentimos... Pero nunca lo que decimos.
Como todo el mundo sabe, un maricón es un caballero homosexual que acaba de salir de la habitación.

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Sé donde comienza mi historia, por suerte no sé donde termina. Tengo una fijación por las almas atormentadas y morirme no es mi mayor miedo. Estudio ingeniería para darme cuenta que sin las letras no puedo vivir, algún día contaré la misma historia pero con mi nombre real

agosto 31, 2010

Siendo Sincero


Estoy sólo porque quiero, no se cuál es mi temor de ver a los ojos a la persona que me gusta... Cuando estoy acostado pensando digo, mañana seré diferente y trataré de cambiar, pero se presenta el momento y pasa lo mismo.

No he querido estar con más chicas, hasta poder lograr estar con un chico...

A veces en ésta confusión siento que terminaré asexual, porque no ha llegado el indicado, ni la indicada y creo que ahí esta mi problema... Que siempre tengo que conseguir a la persona que para mi es perfecta y cuando llega una que es lo más parecida, siempre le busco un defecto.

Hay muchos chamos que me parecen atractivos, pero sólo hay uno que me gusta de verdad. Mi mente pasa un 90% del día pensando en él. Él, es el que cumple con todos los requisitos. Siento que también gusta de mi, pero hay algo que me dice que sólo pienso eso porque me gusta.

La última vez que lo vi, lo note tan nervioso cuando se percató de mi presencia y a pesar de que tiene novia, se acercó a mí y habló cosas interesantes y me buscó más conversación.

Vale aclarar que me gusta este chico desde que tengo 17 años, hoy tengo 22 y éste sentimiento no ha cambiado, bueno tal vez si, ahora siento que lo quiero y lo necesito junto a mi.

Alfa

agosto 28, 2010

24 Horas


Hoy decidió de una vez por toda terminar la historia de cómo te conocí, de cómo pase estás 24 grandiosas horas contigo, hoy en esta melancolía que me arruga el alma, y me tiene aquí sentando viendo la tv. un sábado por la noche, cuándo debería estar quién sabe dónde, riendo lo suficiente como para sentirme muy feliz y satisfecho con mi vida.

Volviendo a la historia, cuándo te vi, te di la mano, siempre me había imaginado ese momento, pensando en cómo iba a reaccionar, que coño no estaba para formalidades, te abrace porque era lo que quería hacer, abrazarte y nunca más dejarte ir -aunque en ese momento no lo sabía con certeza-, te pregunte si tenías hambre, suponía que si, a lo que dudaste pero finalmente asentiste, sentía miedo, miedo por no saber que decirte, no quería que sintieras que yo era una pared en blanco, que no tuviera absolutamente nada que contar.

Te lleve a comer, yo no tenía hambre, te pedí una hamburguesa, te molestaste porque yo pague, nos sentamos a mirarnos, a comentar de nuestras vidas, en realidad no quería quitar mis ojos de ti, en ese momento le escribí a Alfa, me dijo "Amiguito que fino por ti, disfruta, luego me cuentas", me reí, porque todo era más como un sueño, te lleve a conocer la ciudad, caminando por aquí, caminando por allá, no podía negar que en mi rostro se mostraba una sonrisa tan permanente que hubiera sido difícil borrar en ese momento.

No pude mostrarte lo mejor de la ciudad, pero quise que te sintieras como en casa, se hacía de noche, camino a casa recibí una llamada, era mi familia que se iba, no sé si por cosas del destino, que se yo, la casa estuvo sola para nosotros dos, llegamos, te pregunto si querías comer, me dijiste que yo, yo si comí, te bañaste, te pusiste la pijama, me bañe me puse mi pijama, y nos sentamos a ver la tv., mientras repasaba algunos apuntes de la universidad... Me levante y te pregunte si querías agua, me dijiste que si.

Al volver te vi de espaldas a la puerta, de pie, mirando al televisor, no sé porque, pero te abrace lo más fuerte que jamás había abrazado a alguien, te apartaste, por un segundo me sentí inseguro, pero te volteaste y me besaste, recordé que no sé besar, pero no te importó, me besaste como no lo habías hecho en mucho tiempo, me regalaste 24 horas perfectas.

Hoy te extraño, extraño que existan no-sé-cuántos-kilómetros que nos separan y se interponen entre nosotros.

Omega

agosto 23, 2010

Te Conocí


Un día que no recuerdo, un día de hace mucho tiempo, de esos días que son así extraños, de los que uno no se imagina que luego más adelante marcaran el futuro, o hechos que modifiquen nuestra vida, que nos dejen huellas, un día que no recuerdo si estaba lloviendo, o por si al contrario, hacía calor, no recuerdo el porqué, ni las razones. Pero si algo estoy seguro es que fue hace más tres años aproximadamente, en el que por Internet te dije HOLA por primera vez, un Hola que precedieron a muchos otros y a otra cantidad que aún no te digo, pero que tengo la certeza, o bueno espero poder decírtelos.

En realidad jamás me imagine en ningún momento que tú así de lejos robarías por lo menos un espacio en mi corazón. Tampoco imagine que a pesar de que ahora no te tengo cerca, y no te poseo, siempre estarás presente intrínsecamente. Los años pasaron, y tú con tu vida, yo con la mía. Entre depresiones y alegrías, te escuche y me escuchaste, de lejos nos abrazamos, de momentos me parecías extraño, con muchas dudas que solventar, con ganas de saber del mundo y sus verdades, de entender que sentías y si estaba bien.

Yo en mi tonta soledad, tratando de encontrar algo para llenar ese espacio vacío. Había días en los que me negaba aceptar mi condición, otras en los que la soledad no es más que un estado cambiante, comprendí que ser feliz no está directamente relacionado a estar con alguien... Al final pequé y no fui a por ti, me decidí por una chama que a la final no resultó ser lo que era.

Y sin querer, apareciste nuevamente, esos kilómetros que nos separan todos los días de nuestras vidas, ese viernes 20/08 marcaban 0, viniste, llegaste, y mi corazón se puso pequeñito (soy demasiado mariquito para estas cosas), en ese anden me esperabas mirando a los lados, un poco nervioso supongo, pensado que hacer, que decir, que pensar... A decir verdad, yo jamás lo imagine.

Fueron 24 horas de las cuáles no quiero olvidar ningún segundo, continuará...

Omega

agosto 22, 2010

El tiempo se nos va


Las ausencias no son porque así se deseen, a veces son por cuestiones que escapan de nuestras manos, creo que últimamente menciono mucho que no siempre tengo algo que decir, pero otras veces es todo lo contrario. ¿Qué ha pasado?, de todo un poco.

Cuando por fin te decides por alguien, sucede algo que impide todo, o alguna de las partes no es honesta. Me decidí por ella, recuerdan, cuando tenía dudas... Para nada, para descubrir que a la final no va a funcionar, porque lamentablemente te convertiste en el clavo que sacará al otro clavo.

Y no es que un día yo me haya levantado y haya dicho: NO SERÉ ESE CLAVO. Pero, en realidad, no está en mi lista de cosas por hacer. Yo no puedo ser el salvoconducto de alguien, no puede esperar/pretender que yo sea quién le diga que es lo que realmente siente, cuando ni yo mismo sé lo que yo siento a veces.

Tampoco yo puedo esperar que la relación de 3 años que ella tenía, desaparezca así por así. Pero no fui yo quién empezó todo este juego... (Por supuesto no crean que esto es de ahorita ya, en todo este tiempo que no escribí pasaron muchísimas cosas). Yo me rendí, no voy a luchar contra ese muro que ella tiene con él, no quiero comenzar a darle con un cincel hasta que por fin pueda derribarlo, y así conseguir que ella me pueda querer como yo quiero que lo haga.

Así que deje de verla... Pero cómo dicen, cuando se cierra una puerta, se abren mil ventanas, lo que trajo una grata sorpresa a mi casa. Que a decir verdad, ahora atesoro en mi corazón, allí dónde están los mejores recuerdos que tengo, fueron 24 horas que recordaré segundo a segundo.

Creo que ya estoy comenzando a verle un poco más de forma a mi vida.

Omega

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