Me pasa....

Y es que me pasa esto con cierto chamo, me gusta y tal... Pero el problema es qué no sé si yo le gusto. He pensado seriamente, en dejarme de pajas y vivir asi de lo más tranquilo, y es que uno no necesita de una persona para poder ser feliz. Soy feliz, y ya. Por decisión propia, lo soy y punto. Sin agregados, ni personas.

Pero es que coño, el chamo a lo legal me gusta. Es burda de bien, me hace sonreir, y pienso en él, bueno está bien, no pienso tanto en él, pero si pienso en la noches, y algunas mañanas. Pero hablando en serio y dejando de lado el queso (sexo), el tipo no me inspira eso, no es que le tengo ganas, ¡No!, me inspira ganas de estar con él, en el sentido de estar los dos juntos hablando, es como para hablar y hablar y hablar, y seguir hablando eternamente... Quién quita y hasta quedarme viéndolo, y viéndolo, y viéndolo hasta que se acabe el tiempo... Sin quitarle la mirada de encima, y es que si, el chamo me da nota, ¡LO ADMITO!. El peo está en que no sé cómo coño decirle, soy demasiado marico. No marico en el sentido de ser marico, no. Sino marico en el sentido de ser imbécil, ustedes saben, un tonto cliché más.

Y es que sería muy sencillo si él supiera quién soy, ¿Y si no le gusta la persona que soy?, pero es que yo me he mostrado tal y cual soy, sólo que no le he dado un rostro y una identidad a eso que soy, pero eso no quita que sea yo pues... Pero tú sabes como es. Las personas creen que los traicionas, cuándo en realidad sólo te proteges...

¿Será que algún día me atreveré a decirle?.... Por los momentos eso es tan incierto, como las ganas de que él mismo me diga: "No me importa quién seas".

Omega