Yo, el que siempre dijo que tenía corazón de piedra, que pensaba que no podría sentirse dependiente por alguien que no fuesen sus padres, el que nunca lloraría por una persona....
Tengo días con el corazón chiquitico, con ganas de llorar y de paralizar el mundo. No me gusta pensar en que se va en que tal vez esto llegó hasta aquí, en que mis celos no me dejarán vivir en paz cuando él no esté cerca de mí.
Los días junto a él son perfectos, sus besos me llegan al alma, sus ojos me dicen te amo. No sé qué hacer para no sentirme mal, siempre me repito que es su felicidad y sé que si está feliz yo también lo seré, pero a veces soy egoísta y sólo pienso en mí y que no quiero que se vaya.
Te deseo lo mejor de esta vida y si el tiempo nos vuelve a juntar sea para más nunca volvernos a separar, gracias por darme la oportunidad de saber que si existe el chamo que para mí es perfecto.
Pd: Mi novio se va a vivir a otro país dentro de poco.