Mi meta para este 2012… Eres tú

“Quiero comprometerme contigo, no quiero dejarte ir”, así me dijo él, tocando mi mano y viéndome a los ojos el 17 de diciembre del 2011. Recuerdo que mi mano no dejaba de sudar, de mi boca no salió ninguna palabra, había quedado mudo.

Cuando entre en razón la felicidad que sentía no sé cómo explicarla, es que siempre quise escuchar esas palabras de su boca. Esa noche llegamos a mi casa comimos y nos fuimos a mi cuarto… Recuerdo que hicimos el amor, nos hicimos uno. La experiencia de volver a sentir su pecho, sus besos, su barba fue lo mejor.

Amaneció y desperté lo primero que vi al abrir mis ojos fue a él dormido a mi lado, recordar eso es pensar en que quiero despertar todos los días de mi vida a tu lado. Pero ¿qué pasará? Esa es mi pregunta diaria.

En unos meses termino la universidad… en unos meses parto de mi país para estar junto a él. Nuestros cuerpos nos piden volver a estar juntos, nos necesitamos. Que viniera en diciembre a pasar el fin de año conmigo fue la prueba de amor más grande que me ha dado.

Este es nuestro año y vamos a cumplir nuestra meta que es volver a estar juntos sin volvernos a separar. Quiero dejar de tener este vacío en mi estomago por no estar a tu lado, quiero dormir contigo todos los días de mi vida (así me dejes sin cobija) te amo sin “peros” y eres mi meta de este nuevo año.

Alfa

Que me beses rico

Se me pasa el día, las noches, las horas... Ya es 2012 y el 2011 no duró un coño, nada... Fue como tratar de agarrar agua con las manos e intentar llevarla a ti, llegué con las manos vacías.

¿Qué me dejó el 2011?, me dejó a ti. No sé si fue un 19 ó un 20, tal vez un 22, lo que en verdad sé es que en Diciembre te conocí... ¡Coño pana!, ¿Cómo te hicieron tan perfecto?, esos labios que me derriten sin siquiera tocarme, esa barba que me pone loco, tus ojos penetrantes que intentan invadir mi tranquilidad, porque tu vida es caos y yo soy la calma.

Y dos veces fueron suficiente para entender que LEGALMENTE no quiero a nadie que no seas tú, y si no eres tú, entonces no soy yo, y si no somos nosotros el mundo no tendría sentido. Ven vale, acércate, no te alejes, ven vale, abrázame otra vez un momento, un rato, un instante.

Antes de dormir pienso, bueno vale yo no nací para enamorarme, seguramente ya no te veré más, seguramente ya no me verás más, seguramente se me olvidará que un día como hoy o como mañana todavía un beso quería darte, pero que digo un beso vale, todo y nada.

Bésame rico, por lo menos en sueños, alcánzame con tu lengua, bebe mi sangre, nada en mi cuerpo, entra en mi alma, arropa tus miedos, desgarra tu piel, quémate conmigo y hagamos cenizas los obstáculos que nos separan de estar juntos.

Bésame suave, toca con delicadeza cada rincón de mi vida, cada espacio de mi espíritu que canta tu nombre y dice que mi felicidad se escribe con f.

Bésame con fuerza, que se sienta que más allá de un beso nuestros cuerpos se funden, que somos uno a veces, y a veces somos dos y siendo dos somos mejores que uno.

Bésame para siempre, que se agote el tiempo pero nunca nuestras ganas, que se acabe la vida y seamos inmortales, invencibles, inacabables, bésame vale, simplemente bésame y no te arrepentirás jamás.

Omega